Un nuevo comienzo
Resumen
“Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, porque nuevas aguas corren siempre
sobre ti”. Con estas palabras el filósofo presocrático Heráclito aseguraba que el cambio es
constante. De hecho, no sólo cambian las aguas de un río, sino que también cambia la persona que
se baña en el río: cambia de opiniones y se plantea nuevas prioridades, metas y objetivos por
lograr; también cambia su conocimiento, porque se alimenta de las experiencias nuevas que
obtiene cada día. Cambia su cuerpo y mente, como efecto del desarrollo biopsicosocial constante.
Cambian sus emociones, en respuesta a los estímulos que le rodean. En general el ser humano
cambia; también lo hace el mundo, la historia y las sociedades. El cambio es inherente a la
existencia.